DEJA QUE TU OBEDIENCIA A DIOS NO TENGA LIMITES
"Hija, Mi Corazón se regocija siempre que te unes a las oraciones de los santos.... Mi querida hija, estás luchando 1 en la misma batalla de todos los santos en el cielo. Yo también estoy presente, así que deja que tu obediencia a Dios no tenga límites.
Mira, acepta todo lo que Dios te da. Es de Su Mano, por Su Propio y generoso propósito, que Él te da la posibilidad, la libertad y el poder de actuar para el reavivamiento de la Iglesia. Si permaneces como un espejo sin mancha, reflejarás la Imagen de Dios y Sus Obras continuarán brillando sobre de ti, para que cada nación lea la Palabra de Vida, dando la bienvenida a Cristo con un corazón abierto.
Todavía queda tanto por sanar. Pero ten confianza en el Señor, porque Él Mismo es tu Santo Compañero. Ya que has sido levantada para estar con Cristo, Mi Hijo, debes vivir una verdadera vida en Dios. Deja que cada pensamiento tuyo sea sobre cosas celestiales. Enseña a otros a pensar en Dios, a hablar de Dios y a desear 2 a Dios; entonces, se darán cuenta que Dios es Vida, Alegría y Paz Celestial. Mira, se acercan los días en que esta gracia especial que el Señor estaba ofreciendo al mundo, llegará a su fin.
(...) aprende y di estas palabras de las Escrituras a aquellos que dicen: "No estamos obligados, por ninguna ley canónica, a escuchar ninguna profecía..." 3 Diles: las Escrituras nunca mienten. Ellas dicen: "Asegúrense de nunca negarse a escuchar cuando Él habla. Si la gente en la tierra se rehúsa a escuchar una advertencia, no puede escapar a su castigo, ¿cómo escaparemos si damos la espalda a una voz que nos advierte desde el Cielo? "
Esa vez, Su Voz hizo temblar a la tierra, pero ahora, Él nos ha hecho esta promesa: "Voy a hacer temblar la tierra una vez más, y no sólo la tierra, sino también el cielo". 4 El castigo del cielo, reservado para esta generación sin dios, está al alcance de la mano. Yo continuaré estando junto a todos ustedes, alentándolos a orar, a ayunar y a vivir una verdadera vida en Dios. Continuaré, si Me lo permiten, acercándolos más a Dios.
Yo, 'i Panayia', 5 los bendigo a cada uno de ustedes y les digo: he colocado Mi manto sobre ustedes para cubrirlos, Mis pequeños, del maligno, que como un león merodea continuamente alrededor de ustedes."
1 Lucha espiritual, por medio de la oración, el amor y la obediencia a Dios
2 Es decir, seguir y vivir el mayor Mandamiento de Dios
3 Nuestra Madre Bendita se refiere a las profecías dadas en nuestros tiempos
4 Hebreos 12, 25-26
5 Madre Bendita, en griego. La traducción literal es: La Santísima _______________________________________________________
"La santidad personal de María y su ministerio en el plan de la salvación no son dos cosas que vayan juntas tan solo por la concurrencia de las circunstancias, sino que representan un todo indivisible. K. Rahner lo expresó como la unión de la santidad personal y el apostolado que necesariamente surge de dicha santidad, por la cual María es "la representación oficial de la Iglesia de un modo excepcional". Esta conexión con la Iglesia no cesa incluso con la terminación de su vida terrena. En realidad, su preocupación por la Iglesia de su Hijo es aún más fuerte ahí donde, como el único miembro de la Iglesia, está ya ahora con su cuerpo glorificado, mientras que los demás están en camino [de alcanzar] ese estado y tienen necesidad de ser ayudados. T.sagi-Buni dice amablemente que también "en el texto del concilio la Asunción de María a la gloria celestial no se entiende como una partida y separación, sino más bien como el logro de posibilidades florecientes de continuar de un modo mayor su efectivo papel en la historia de la salvación, por supuesto, en una correspondiente relatividad con Cristo el Señor".
Las apariciones marianas ciertamente pertenecen a esas "posibilidades florecientes" y parecen ocupar un lugar especial entre ellas. Independientemente de su mensaje, tan solo por sí mismas tienen un significado teológico. Su manifestación misma es su primer mensaje. Y es que, en sí misma, proclama el misterio de la vida de María y muestra su rol en la historia de la salvación. Pero de nuevo, esto no sucede por María sino por la Iglesia. Al manifestar su gloria a nosotros, María nos revela nuestras propias posibilidades que el misterio de su Hijo Jesús nos ofrece. L. Scheffczyk dice: "Una aparición mariana de un modo realista personal coloca el entero misterio de María delante del vidente y a través de él también delante de los creyentes".
Consecuentemente, no es exagerado decir que una aparición mariana como tal, en sí misma, es el mensaje más grande a la Iglesia como un estímulo en su camino a la eternidad, pero también una obligación. Puesto que el tiempo de la Iglesia es escatológico y puesto que María es la única que no conoce esas tensiones escatológicas entre la salvación dada y con todo incompleta, debemos siempre considerar su actividad también en este contexto. "Esto siempre tendra un carácter retrospectivo que apunta hacia el misterio de Cristo, pero al mismo tiempo, se dirigirá también al futuro, hacia el cumplimiento. Es por eso que sus apariciones tienen una dimensión escatológica particular y una tendencia hacia el cumplimiento final de los tiempos". Esto no debe ser entendido en el sentido de un cumplimiento rápido y especialmente no de uno que pueda ser calculado con precisión."
Mira, acepta todo lo que Dios te da. Es de Su Mano, por Su Propio y generoso propósito, que Él te da la posibilidad, la libertad y el poder de actuar para el reavivamiento de la Iglesia. Si permaneces como un espejo sin mancha, reflejarás la Imagen de Dios y Sus Obras continuarán brillando sobre de ti, para que cada nación lea la Palabra de Vida, dando la bienvenida a Cristo con un corazón abierto.
Todavía queda tanto por sanar. Pero ten confianza en el Señor, porque Él Mismo es tu Santo Compañero. Ya que has sido levantada para estar con Cristo, Mi Hijo, debes vivir una verdadera vida en Dios. Deja que cada pensamiento tuyo sea sobre cosas celestiales. Enseña a otros a pensar en Dios, a hablar de Dios y a desear 2 a Dios; entonces, se darán cuenta que Dios es Vida, Alegría y Paz Celestial. Mira, se acercan los días en que esta gracia especial que el Señor estaba ofreciendo al mundo, llegará a su fin.
(...) aprende y di estas palabras de las Escrituras a aquellos que dicen: "No estamos obligados, por ninguna ley canónica, a escuchar ninguna profecía..." 3 Diles: las Escrituras nunca mienten. Ellas dicen: "Asegúrense de nunca negarse a escuchar cuando Él habla. Si la gente en la tierra se rehúsa a escuchar una advertencia, no puede escapar a su castigo, ¿cómo escaparemos si damos la espalda a una voz que nos advierte desde el Cielo? "
Esa vez, Su Voz hizo temblar a la tierra, pero ahora, Él nos ha hecho esta promesa: "Voy a hacer temblar la tierra una vez más, y no sólo la tierra, sino también el cielo". 4 El castigo del cielo, reservado para esta generación sin dios, está al alcance de la mano. Yo continuaré estando junto a todos ustedes, alentándolos a orar, a ayunar y a vivir una verdadera vida en Dios. Continuaré, si Me lo permiten, acercándolos más a Dios.
Yo, 'i Panayia', 5 los bendigo a cada uno de ustedes y les digo: he colocado Mi manto sobre ustedes para cubrirlos, Mis pequeños, del maligno, que como un león merodea continuamente alrededor de ustedes."
1 Lucha espiritual, por medio de la oración, el amor y la obediencia a Dios
2 Es decir, seguir y vivir el mayor Mandamiento de Dios
3 Nuestra Madre Bendita se refiere a las profecías dadas en nuestros tiempos
4 Hebreos 12, 25-26
5 Madre Bendita, en griego. La traducción literal es: La Santísima _______________________________________________________
"La santidad personal de María y su ministerio en el plan de la salvación no son dos cosas que vayan juntas tan solo por la concurrencia de las circunstancias, sino que representan un todo indivisible. K. Rahner lo expresó como la unión de la santidad personal y el apostolado que necesariamente surge de dicha santidad, por la cual María es "la representación oficial de la Iglesia de un modo excepcional". Esta conexión con la Iglesia no cesa incluso con la terminación de su vida terrena. En realidad, su preocupación por la Iglesia de su Hijo es aún más fuerte ahí donde, como el único miembro de la Iglesia, está ya ahora con su cuerpo glorificado, mientras que los demás están en camino [de alcanzar] ese estado y tienen necesidad de ser ayudados. T.sagi-Buni dice amablemente que también "en el texto del concilio la Asunción de María a la gloria celestial no se entiende como una partida y separación, sino más bien como el logro de posibilidades florecientes de continuar de un modo mayor su efectivo papel en la historia de la salvación, por supuesto, en una correspondiente relatividad con Cristo el Señor".
Las apariciones marianas ciertamente pertenecen a esas "posibilidades florecientes" y parecen ocupar un lugar especial entre ellas. Independientemente de su mensaje, tan solo por sí mismas tienen un significado teológico. Su manifestación misma es su primer mensaje. Y es que, en sí misma, proclama el misterio de la vida de María y muestra su rol en la historia de la salvación. Pero de nuevo, esto no sucede por María sino por la Iglesia. Al manifestar su gloria a nosotros, María nos revela nuestras propias posibilidades que el misterio de su Hijo Jesús nos ofrece. L. Scheffczyk dice: "Una aparición mariana de un modo realista personal coloca el entero misterio de María delante del vidente y a través de él también delante de los creyentes".
Consecuentemente, no es exagerado decir que una aparición mariana como tal, en sí misma, es el mensaje más grande a la Iglesia como un estímulo en su camino a la eternidad, pero también una obligación. Puesto que el tiempo de la Iglesia es escatológico y puesto que María es la única que no conoce esas tensiones escatológicas entre la salvación dada y con todo incompleta, debemos siempre considerar su actividad también en este contexto. "Esto siempre tendra un carácter retrospectivo que apunta hacia el misterio de Cristo, pero al mismo tiempo, se dirigirá también al futuro, hacia el cumplimiento. Es por eso que sus apariciones tienen una dimensión escatológica particular y una tendencia hacia el cumplimiento final de los tiempos". Esto no debe ser entendido en el sentido de un cumplimiento rápido y especialmente no de uno que pueda ser calculado con precisión."
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