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Zarzas y espinas I

  Pero si las espinas y las zarzas lo horadan, perderá su contenido como una cisterna perforada Charla del 21 de marzo de 2019: las espinas y zarzas en el camino de los tesoros del Sagrado Corazón. Encontré los Mensajes en Internet en 2002, luego de leerlos de a poco, seis meses después experimenté la visita del Señor , me mostró el estado de mi alma y me fui a confesar por primera vez en mi vida. Desde entonces los sigo meditando, ya leí los Mensajes dos veces completos y procuro seguir las instrucciones de Jesús en los Mensajes y hacer Su Voluntad, lo cual es más fácil decirlo que hacerlo. Como vimos en los mensajes que meditó Anita Beltrán los Tesoros del Sagrado Corazón son gracias sobreabundantes de Dios, una ayuda extraordinaria para realizar en este mundo presente que lo ha olvidado, un camino de intimidad creciente hasta el punto de la unión transformarte del alma con Cristo:   “ Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí” dice San Pablo

¿Y si nos vamos deslizando de la gracia recibida?

  La alegría es uno de los dones que debemos conservar y cultivar .  En los primeros mensajes y encuentros con Vassula allá por 1987, Jesús se lo reitera varias veces. La alegría e s uno de los frutos del Espíritu Santo que como un rió de agua viva que surge del santuario, del Sagrado Corazón, corre hacia nosotros. Uno de los testigos dijo: “Una sensación de paz y plenitud invadió mi ser! ¡Una alegría maravillosa, una alegría con un asiento profundo!” ¿Qué hacemos si nos vamos deslizando de esa gracia?: pedir el don del arrepentimiento y dejarse disciplinar por el Espíritu Santo. La disciplina del Espíritu Santo son las noches oscuras, el desierto espiritual y las alternancias de las desolaciones y consolaciones espirituales . Es aprender a aceptar las noches del sentimiento, y también del entendimiento, y aceptar con agradecimiento la consolación en la voluntad que nos permite perseverar aun si no sentimos nada o no entendemos nada de los que nos pasa. ¿Cuál es el objetivo de Dios al