Soy tu Devoto Jardinero: la poda
Nuestro Señor, mi amigo Jesús, le dijo a Vassula "Soy tu Devoto jardinero". Y si se lo dijo a Vassula nos los dice a todos.
El Señor nos poda y al principio es un gran sufrimiento y una no deja de pensar pero ¿por qué el Señor me trata así? Y una empieza a ponerse nerviosa o a preguntarse que mal habré hecho para que me pase esto. Pero con el tiempo una se acostumbra a las podas períodicas. Hace una semana o tal vez más, que me venía venir la poda períodica acostumbrada. Pero está vez me la tome más o menos bien aunque no pensé que era una poda tan radical y que iba a consistir en una vacaciones de los foros, aunque tenía una cierta idea de que por ahí venía la mano esta vez. Por eso le pedí a mi hermano en Cristo, Gustavo, que por favor rezara ante el Santísimo Sacramento por mi.
El me contestó que hacía unos días que había recordado a este mensaje de la VVeD y que pensó que era para mi.
La Verdadera Vida en Dios 26.10.89
"¿Señor? Me siento como una barca sin remos.
Yo Soy. Flor, Mi Senda es recta pero estrecha y muy pocos La encuentran. Hija Mía, no hagas todo un escándalo cada vez que te podo. Lo hago para que te fortalezcas y produzcas muchos más frutos. Quiero multiplicar tu fruto. Sé lo que tratas de decirme: que te podo con demasiada frecuencia. Yo sé lo que es mejor para ti, hija Mía; después de todo ¿no Me has ofrecido tú misma tu libertad?
Sí, Te he ofrecido mi libertad para la eternidad.
Yo estoy usando lo que Me has ofrecido, alma. No hago uso de tu voluntad a menos que tú Me la ofrezcas. Confía en Mí, ten siempre fe en Mí porque soy el más Bondadoso. Persevera, hija Mía, y sé celosa para servir a la causa del bien; sé ardiente para convertir a otras almas. Permanece pequeña y pídeme siempre consejo antes de tomar cualquier decisión. Siempre te será dada la ayuda de lo alto."
Bien, ¡¡¡¡esta vez no haré los escandalos acostumbrados :-)¡¡¡¡¡ me dije. Y le recordé al Señor que le he ofrecido mi libertad y mi voluntad ya antes pero que se la ofrecía otra vez... por la dudas.
Es una tranquilidad saber que ya no tengo que decidir nada en cuanto a como voy a caminar al lado del Señor. El se encargará de todo. Y lo que decida será lo mejor y lo más perfecto para mi.
Igual tenía que continuar decidiendo que iba a cocinar a la noche pero no son decisiones que no pueda tomar aunque también le puedo preguntar al Señor y hasta puedo recibir ayuda del Santo Espíritu. La prueba que la recibí es que la comida del cumpleaños de mi hija salió tan rica que me felicitaron. Y en verdad el pollo al limón estaba delicioso y sólo le puse limón y sal.
Pero sigamos con el tema de la poda. Hoy encontré este tema en catholic.net sobre la poda. Es la predicación del padre Raniero Cantalamessa para el V domingo de Pascua. Me quedó con este fragmento:
"Un día, Miguel Ángel, paseando por un jardín de Florencia, vio, en una esquina, un bloque de mármol que asomaba desde debajo de la tierra, medio cubierto de hierba y barro. Se paró en seco, como si hubiera visto a alguien, y dirigiéndose a los amigos que estaban con él exclamó: «En ese bloque de mármol está encerrado un ángel; debo sacarlo fuera». Y armado de cincel empezó a trabajar aquel bloque hasta que surgió la figura de un bello ángel. También Dios nos mira y nos ve así: como bloques de piedra aún informes, y dice para sí: «Ahí dentro está escondida una criatura nueva y bella que espera salir a la luz; más aún, está escondida la imagen de mi propio Hijo Jesucristo [nosotros estamos destinados a «reproducir la imagen de su Hijo» (Rm 8, 29. Ndt)]; ¡quiero sacarla fuera!». ¿Entonces qué hace? Toma el cincel, que es la cruz, y comienza a trabajarnos; toma las tijeras de podar y empieza a hacerlo. ¡No debemos pensar en quién sabe qué cruces terribles! Normalmente Él no añade nada a lo que la vida, por sí sola, presenta de sufrimiento, fatiga, tribulaciones; sólo hace que todas estas cosas sirvan para nuestra purificación. Nos ayuda a no desperdiciarlas."
Es verdad, ya las cruces las tenemos, sólo que las desperdiciamos.
En mi caso lo que tengo que dejar que el Señor me pode es mi orgullo. Es un orgullo dificil de sacar a relucir porque en apariencia no parezco orgullosa sino todo lo contrario pero el Señor conoce el corazón y nada escapa a Su Luz. Tengo una manía desde niña. Creerme imprescindible para la salvación del mundo que me rodea. Si los que me rodean me hicieran caso todo estaría maravilloso, es un pensamiento de fondo. Pero como ninguno hace lo que yo le digo pues así estamos. Esa manera de pensar y obrar es lo que el Señor quiere que abandone. Me lo dijo desde el principio.
En Su Visita dijo que tenía que recordar algo muy importante: Yo soy el Salvador, tu eres la salvada. Le llevó varios meses que entendiera las consecuencia de obrar según esa simple frase. Es un cruz en apariencia sencilla de llevar pero no para mi. Supone aceptar que si no soy la salvadora sino la salvada, los demás también dependen de las gracias del Señor. Y así como el Señor se toma Su tiempo para transfigurarme también se lo toma con los demás. Luego, en el mientras tanto, tenemos que soportarnos unos a otros como dice San Pablo.
Tal vez ese fue el problema que dió origen a la poda esta vez. Estaba acostumbrádome en los foros a asombrarme y sentirme víctima de la oscuridad de los demás en vez de continuar estando dispuesta a rogar por mi propia purificación. Estaba mirando la paja en el ojo ajeno en vez de la viga en el propio.
Me cuesta aceptar o más bien tiendo a olvidar con frecuencia, que esas personas que en ocasiones son mis tribulaciones, que con sus palabras, obras y omisiones, - hay almas sensibles que son la excepción no obstante - , me hacen sufrir, son también los instrumentos que el Señor utiliza para transfigurar mi alma y hacerla a Su Semejanza. Cuando los logre mirar con el mismo amor, la misma ternura y la misma esperanza que los mira Jesús entonces la poda de mi Devoto Jardinero dará sus frutos.
Por eso estas semanas o tal vez meses, no lo se, me ha enviado con Mamá María, a aprender a mirar como mira Jesús. El sábado estuve en un retiro para sanar los sentidos y consagrar el Templo a María. La Reina sabe ponerlo bonito para el Rey de Reyes. Pero lleva tiempo. El tiempo es un regalo de Dios.
El Señor nos poda y al principio es un gran sufrimiento y una no deja de pensar pero ¿por qué el Señor me trata así? Y una empieza a ponerse nerviosa o a preguntarse que mal habré hecho para que me pase esto. Pero con el tiempo una se acostumbra a las podas períodicas. Hace una semana o tal vez más, que me venía venir la poda períodica acostumbrada. Pero está vez me la tome más o menos bien aunque no pensé que era una poda tan radical y que iba a consistir en una vacaciones de los foros, aunque tenía una cierta idea de que por ahí venía la mano esta vez. Por eso le pedí a mi hermano en Cristo, Gustavo, que por favor rezara ante el Santísimo Sacramento por mi.
El me contestó que hacía unos días que había recordado a este mensaje de la VVeD y que pensó que era para mi.
La Verdadera Vida en Dios 26.10.89
"¿Señor? Me siento como una barca sin remos.
Yo Soy. Flor, Mi Senda es recta pero estrecha y muy pocos La encuentran. Hija Mía, no hagas todo un escándalo cada vez que te podo. Lo hago para que te fortalezcas y produzcas muchos más frutos. Quiero multiplicar tu fruto. Sé lo que tratas de decirme: que te podo con demasiada frecuencia. Yo sé lo que es mejor para ti, hija Mía; después de todo ¿no Me has ofrecido tú misma tu libertad?
Sí, Te he ofrecido mi libertad para la eternidad.
Yo estoy usando lo que Me has ofrecido, alma. No hago uso de tu voluntad a menos que tú Me la ofrezcas. Confía en Mí, ten siempre fe en Mí porque soy el más Bondadoso. Persevera, hija Mía, y sé celosa para servir a la causa del bien; sé ardiente para convertir a otras almas. Permanece pequeña y pídeme siempre consejo antes de tomar cualquier decisión. Siempre te será dada la ayuda de lo alto."
Bien, ¡¡¡¡esta vez no haré los escandalos acostumbrados :-)¡¡¡¡¡ me dije. Y le recordé al Señor que le he ofrecido mi libertad y mi voluntad ya antes pero que se la ofrecía otra vez... por la dudas.
Es una tranquilidad saber que ya no tengo que decidir nada en cuanto a como voy a caminar al lado del Señor. El se encargará de todo. Y lo que decida será lo mejor y lo más perfecto para mi.
Igual tenía que continuar decidiendo que iba a cocinar a la noche pero no son decisiones que no pueda tomar aunque también le puedo preguntar al Señor y hasta puedo recibir ayuda del Santo Espíritu. La prueba que la recibí es que la comida del cumpleaños de mi hija salió tan rica que me felicitaron. Y en verdad el pollo al limón estaba delicioso y sólo le puse limón y sal.
Pero sigamos con el tema de la poda. Hoy encontré este tema en catholic.net sobre la poda. Es la predicación del padre Raniero Cantalamessa para el V domingo de Pascua. Me quedó con este fragmento:
"Un día, Miguel Ángel, paseando por un jardín de Florencia, vio, en una esquina, un bloque de mármol que asomaba desde debajo de la tierra, medio cubierto de hierba y barro. Se paró en seco, como si hubiera visto a alguien, y dirigiéndose a los amigos que estaban con él exclamó: «En ese bloque de mármol está encerrado un ángel; debo sacarlo fuera». Y armado de cincel empezó a trabajar aquel bloque hasta que surgió la figura de un bello ángel. También Dios nos mira y nos ve así: como bloques de piedra aún informes, y dice para sí: «Ahí dentro está escondida una criatura nueva y bella que espera salir a la luz; más aún, está escondida la imagen de mi propio Hijo Jesucristo [nosotros estamos destinados a «reproducir la imagen de su Hijo» (Rm 8, 29. Ndt)]; ¡quiero sacarla fuera!». ¿Entonces qué hace? Toma el cincel, que es la cruz, y comienza a trabajarnos; toma las tijeras de podar y empieza a hacerlo. ¡No debemos pensar en quién sabe qué cruces terribles! Normalmente Él no añade nada a lo que la vida, por sí sola, presenta de sufrimiento, fatiga, tribulaciones; sólo hace que todas estas cosas sirvan para nuestra purificación. Nos ayuda a no desperdiciarlas."
Es verdad, ya las cruces las tenemos, sólo que las desperdiciamos.
En mi caso lo que tengo que dejar que el Señor me pode es mi orgullo. Es un orgullo dificil de sacar a relucir porque en apariencia no parezco orgullosa sino todo lo contrario pero el Señor conoce el corazón y nada escapa a Su Luz. Tengo una manía desde niña. Creerme imprescindible para la salvación del mundo que me rodea. Si los que me rodean me hicieran caso todo estaría maravilloso, es un pensamiento de fondo. Pero como ninguno hace lo que yo le digo pues así estamos. Esa manera de pensar y obrar es lo que el Señor quiere que abandone. Me lo dijo desde el principio.
En Su Visita dijo que tenía que recordar algo muy importante: Yo soy el Salvador, tu eres la salvada. Le llevó varios meses que entendiera las consecuencia de obrar según esa simple frase. Es un cruz en apariencia sencilla de llevar pero no para mi. Supone aceptar que si no soy la salvadora sino la salvada, los demás también dependen de las gracias del Señor. Y así como el Señor se toma Su tiempo para transfigurarme también se lo toma con los demás. Luego, en el mientras tanto, tenemos que soportarnos unos a otros como dice San Pablo.
Tal vez ese fue el problema que dió origen a la poda esta vez. Estaba acostumbrádome en los foros a asombrarme y sentirme víctima de la oscuridad de los demás en vez de continuar estando dispuesta a rogar por mi propia purificación. Estaba mirando la paja en el ojo ajeno en vez de la viga en el propio.
Me cuesta aceptar o más bien tiendo a olvidar con frecuencia, que esas personas que en ocasiones son mis tribulaciones, que con sus palabras, obras y omisiones, - hay almas sensibles que son la excepción no obstante - , me hacen sufrir, son también los instrumentos que el Señor utiliza para transfigurar mi alma y hacerla a Su Semejanza. Cuando los logre mirar con el mismo amor, la misma ternura y la misma esperanza que los mira Jesús entonces la poda de mi Devoto Jardinero dará sus frutos.
Por eso estas semanas o tal vez meses, no lo se, me ha enviado con Mamá María, a aprender a mirar como mira Jesús. El sábado estuve en un retiro para sanar los sentidos y consagrar el Templo a María. La Reina sabe ponerlo bonito para el Rey de Reyes. Pero lleva tiempo. El tiempo es un regalo de Dios.
Comentarios
»