NINGUNA MALDAD PUEDE SER HEREDARA DE MI REINO

Llegué del trabajo y encontré otra vez el testimonio de Gloria Polo en mi correo. Cada vez que lo leo me llena de dolor e inquietud al mismo tiempo que de esperanza. De inquietud porque me pregunto en que medida no he sido tan mala o lo sigo siendo aún. Y de esperanza porque en ese testimonio de Gloria se ve que las oraciones por los demás son escuchadas y no son dichas en vano.

Le pido al Señor me aconseje y me da a leer este mensaje de la Verdadera Vida en Dios:

" Mis Ojos están agotados por la vejación y la violencia del mundo, porque ninguna maldad puede ser heredera de Mi Reino. Observen Mis Mandamientos y no los tomen a la ligera. Si los siguen, ellos los mantendrán íntegros; incluso si son completamente miserables. Vengan a Mí y díganme:

"Mira, Padre, ¿ves todas las manchas en Mi alma? No tuve constancia en Tus Mandamientos, sin embargo sé, Padre, que eres todo misericordioso y generoso. De Tus preceptos puedo aprender la Sabiduría. Enséñame Tu Voluntad, Yahvé, enséñame Tus juicios. Ven y sujétame a Ti, Padre, y recuerda a mi alma miserable que yo también soy heredero de Tu Reino. Aunque mis tentaciones son innumerables, confío en Tu ayuda Salvadora." Y Yo te contestaré, hija Mía: "Bendita, ah bendita de Mi Alma, al recordar tu creación he llorado. He llorado lágrimas de alegría. Te formé en el vientre de tu madre, con un corazón, para vivir y compartir Mi Gloria. No te apartes ahora... He escuchado tu oración, que fue dicha con pureza de corazón, y Yo te digo: eres preciosa a Mis Ojos, y, ahora, a causa de Mi Amor que Yo tengo por ti, busca desde hoy:
amor, paz y reconciliación. No estás sóla. Yo estoy siempre contigo y te bendigo sin cesar. "