Vivan Nuestros Mensajes

(...) Amados hijos, no vengan a estas reuniones sólo para buscar señales. Si Yo vengo desde el Cielo hasta sus puertas es para traerles la Paz del Señor y Mi Paz. Permítanme, entonces, transformar sus corazones en bellísimos jardines para el Santísimo, para que así pueda Él encontrar, en lo profundo de ustedes, un espíritu de santidad, amor, paz, pureza, obediencia, humildad y fidelidad. Entonces, su Rey utilizará todas estas virtudes para combatir los poderes del mal. Levántense de su sueño, hijos, y cambien sus corazones.

Estoy feliz de ver a tantos de ustedes ayunar a pan y agua, y hoy, le pido a estas almas generosas que añadan algo más a sus días de ayuno. Les pido que se arrepientan y se confiesen. Queridos hijos, cuiden que sus labios no juzguen a otros, no vayan a dejar que sus labios, con todo su ayuno, sean la causa de su condenación. Ámense los unos a los otros, vivan Nuestros Mensajes.

Su Rey les dirige Su Paz, y Yo continuaré recorriendo el mundo para llevar al Señor a aquellos que están lejos de Él. Necesito sus generosas oraciones, hijos Míos.

Los bendigo a todos. Bendigo a sus familias, a sus amigos y aún a aquellos a quienes, a duras penas, soportan en sus corazones. Sí, todos son hijos de Dios." ( VVeD 3.11.1990)

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