¿Como fue mi día del Señor?

 


Viernes, 26 de diciembre, 2014 22:02:19, Ana <annacou@gmail.com> escribió:

 

Querido P. Alberto, ya me inscribí para las CCP del 5 al 11 de enero. Fui leyendo el libro que me regaló de a poco. Me ha aclarado la Visita del Señor que experimenté hace 12 años atrás, luego de encontrar la VVeD en la Internet y comenzar a leerla. 


Durante la semana que duró la Divina Visita, había momentos que me cubría lo que llamo una nube de perfume de luz por llamarla de alguna manera, imagínese un perfumero de esos que se usan para perfumar el ambiente, lo que sale de él es una nube de perfume o de agua perfumada, pero en vez de ser agua imagínese que sean gotitas de luz. 


Así creo que se me presentó la Ruaj pero no podía reconocerLa dado mi ignorancia. 


Pude reconocer al Padre por cómo me hablaba y además siempre había hablado con El aunque no lo llamaba Padre ni Abba ni era agradecida con El. 


También pude reconocer al Señor aunque le digiera que no sabía que hacia colgado de la Cruz. El fue el que me dijo que recordara que El era el Salvador y yo la salvada y además cuando le dije que bueno no era tan mala pues era generosa,  El me preguntó ¿Dónde llevas tu ofrenda, a mi altar o al tuyo? 


No es que oyera voces, sólo venían esos pensamientos a mi mente sin que los quisiera tener. 


Pero con el Espíritu Santo estaba un poco dudosa. No obstante que en la visión que tuve vi una cadena de un rosario, una cadena de eslabones luminosos,  primero fue eslabón a eslabón uniendo mi corazón, el de mi hija y mi marido y luego una paloma como la del Espíritu Santo de la RCC se dibujó con un trazo de luz en el medio de ese triángulo de la cadena. 


Luego me fui a confesar por primera vez en la vida. 


Luego hubo durante toda la semana una Presencia que no podía identificar que era precisamente una presencia maternal y con el tiempo me dije que debía ser la Virgen aunque no estaba muy segura. 


Cuando esto me ocurrió hacia meses que me aquejaba una depresión y toda mi casa y mi oficina era un gran desorden. Me sentía tan mal que me levantaba por la mañana y decía ¡Oh no, otra vez despierta!, y encima soy tan sana que no sé cuánto tiempo tendré que seguir viviendo así. 


Y me levantaba y me proponía ordenar la casa y la oficina pero sólo lograba hacer una pila de papeles y trasladarlas de un rincón a otro u ocultar las cosas en los cajones, resultado de lo cual todo era un gran caos pero en el peor de los casos parecía que alguien estaba en proceso de ordenar una habitación. 


Esa presencia maternal me ayudó literalmente a ordenar todo, a regalar lo que ya no usaba, a tirar lo que no le servía a nadie. Fue como si una ventolera entrara en mi hogar y lo renovara todo. 


Nunca podré encontrar la forma de describir la experiencia de abrir un cajón, sacar todo lo que tenía adentro, y encontrar una tapa de una caja sin la caja y dirigirme a otro cajón para encontrar la caja esa que se relacionaba con esa tapa. Y así, en unos días todo se ordenó en mi casa y en la oficina. Una voz me decía mientras ordenaba que hay un orden para cada cosa y cada una tiene su lugar. 


Cuando la Visita finalizó me preguntaba si me había ayudado a ordenar mi casa el Espíritu Santo pero mi mente racionalista dijo no, eso es muy maternal y  femenino y no es digno de Dios entonces me dije que debió ser la Virgen. Pero siempre recordaré que cuando esa Presencia que era muy grande se despidió por así decirlo, fue  como si una madre alzara una niña muy pequeña, le sonriera con mucha ternura, le diera un beso en la frente y la depositara en el suelo con cierto temor por lo que pudiera ocurrirle a esa niña.


Querido Pa, le agradezco muchísimo que me haya dedicado una hora de su tiempo el día que fui a verlo y que me regalara su libro. Aprovecho para mandarle un gran saludo de Navidad. Con mucho cariño y agradecimiento, Ana Cousillas.


Respuesta del PA 

https://visitadejesus.blogspot.com/2023/07/blog-post.html





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